"Romero luchó por una sociedad mejor; desde el pulpito expresó su rechazo a las violaciones de los derechos humanos por los militares de su país. Era conciente que arriesgaba su vida, pero fue fiel al mandato que asumió de defender a su pueblo. No debía callarse, no podía callarse. Fue la voz de los que no tenían voz. Y por eso lo mataron. Como al obispo Angelelli pocos años antes en nuestro país", sostuvo el presidente del Concejo, el Dr. Ramón Chiocconi. Además agregó: "el Papa Francisco reconoce en él y en tantos un ejemplo de fé, de compromiso con la vida y con su pueblo".
Sus constantes denuncias por la violencia militar y la oposición contra los poderes económicos , fueron causa de su asesinato, cometido mientras oficiaba la Eucaristía en la Capilla del Hospital La Divina Providencia el 24 de marzo de 1980.
La beatificación será realizada en San Salvador realizada por el cardenal Angelo Amato, enviado especialmente por el Papa Francisco.